Durante la pandemia, nos dimos cuenta lo importante que era dejar al pelo en paz… En el caso de alguien del equipo, no diremos quién, pasó cuando se le empezó a caer el pelo durante la cuarentena… nada relacionado con COVID-19, todo relacionado con, la genética, el estrés y otras malas prácticas.
Los primeros meses de ver un bonche de pelo en la mano cada vez que se la pasaba por la cabeza o tirados en el piso del comedor, decía “esto va a pasar”, pero no pasaba.
Cada vez que hacía ejercicio y notaba varios pelos tirados al lado de su tapete de yoga, o pasaba por cualquier rincón de la casa y los veía en las alfombras, en su cuarto y en la regadera, decía, “esto va a pasar”, pero no pasaba.
Se derramaron lágrimas
Y cuando una ya se tomó toda la biotina, los remedios caseros de mamá y no ven resultados, se va donde el doctor. En específico, al tricólogo… la rama de la dermatología que ve temas sobre el pelo y la piel cabelluda.
Su salvación, la Dra. Daniela Gutiérrez, dermatóloga tricóloga, con especialidad en cirugía dermatológica y dermaoncológica.
Dejó de llorar y empezó a actuar, pero ahí aprendió que además del tratamiento médico, “la manera que te lavas el pelo y lo estilizas, ¡sí importa!”,aseguró la Dra. Gutiérrez.
Y es que el pelo no descansa, o no lo dejamos descansar. Si no hacemos ejercicio con una liga que lastima las hebras capilares, lo lavamos en exceso y de manera muy brusca y dormimos con una almohada que causa fricción, y por ende, frizz… o bien, como vemos que no está sano, “lo planchamos diario, lo que hace que se vea aún más opaco o lo recogemos y con el paso del tiempo, causamos pérdida de pelo por tracción, porque dañamos el folículo piloso”, nos cuenta la Doctora Gutiérrez.
“No necesariamente ocurre en este orden pero si es un círculo vicioso que veo en mis pacientes consentidas y del que es difícil que salgan una vez que se ven envueltas en él”, nos cuenta la Dra. Gutiérrez. Y esto es TOOODOS los días…
Pero, ¿qué pasa cuando no cuidamos el pelo?
-Desgastamos la cutícula
-Se rompe el pelo
-Aumenta la fricción entre las hebras, causando frizz
-Se ve opaco y deshidratado
-Y, si eres de pelo rizado, los chinos se desaparecen
Por eso nos alienta a llevar el pelo al natural, minimizando el uso de químicos, herramientas de calor en el pelo, estilizándolo y protegiéndolo con productos delicados para nuestras hebras capilares.
En los últimos años se han propuesto dormir sobre fundas suavecitas de satén y seda como las de la marca mexicana Treat Yourself.
“Hay materiales más abrasivos que exponen la fricción entre fibras capilares, producen estática y en consecuencia pueden dañar al pelo. Esto hace que se vea opaca. También aumenta el frizz ya que absorben la humedad demasiado rápido. Una funda de seda evitará esta fricción y la deshidratación y protegerá el pelo”, contó la Dra. Gutiérrez.
¿El satén también ayuda? “Sí”, replicó la dermatóloga, “aunque lo mejor es algo de 100% de seda, puede aumentar el precio. El satén mezcla seda con otras fibras, pero aún preserva sus cualidades”.
Andrea y Natali Lemus, diseñadoras de la marca, también nos dicen que conserva tu peinado por más tiempo, evita que se enrede, y prolonga el uso de herramientas de calor ya que puede preservar tu peinado por más tiempo. ¡Y eso en el pelo! Su propiedades anti absorbentes también hará que tus cremas caras se queden en tu cara y no se queden en tu almohada.
“La seda es reconocida por sus capacidades antibacterianas e hidrofóbicas (no dejan escapar la humedad), así que dormir con una funda con estas características no solo mejora tu pelo, tu cara puede verse beneficiada también. Yo les puedo decir que la sensación de suavidad ¡me hace descansar mejor!. Si no, ¡pregúntenle a mis hijos que siempre me las roban!”, comenta la Dra. Gutiérrez.