El pelo sufre daños que muchas veces no se pueden evitar y termina por verse y sentirse muy mal, los síntomas de un pelo dañado son: puntas abiertas, falta de brillo, resequedad, frizz, quiebre y falta de control. Hay tres factores básicos que hacen que el pelo termine dañado.
🧪 Químicos
El tinte, las luces o los reflejos, así como los alisados, resecan el pelo y modifican su estructura natural, por eso el daño es tan profundo. Entonces se ve frágil, quebradizo y sin brillo.
Si vas a pasar por este tipo de procesos es importante que protejas tu pelo antes y después. Usa tratamientos que sirvan para restaurar, especialmente en la primera semana después del proceso químico.
♨️ Térmicos
Este es uno de los daños que se puede prevenir a medias, porque la temperatura a la que sometes al pelo con las secadoras o planchas la puedes regular pero el sol, el calor y los cambios de temperatura no los puedes controlar.
La luz ultravioleta de la exposición solar directa afecta la cutícula del pelo quitándole la capa protectora y de retención de humedad. Pasa lo mismo con las planchas y secadoras, las altas temperaturas rompen inmediatamente la capa de protección y el pelo pierde hidratación.
Utiliza siempre un tratamiento termoprotector para evitar la ruptura de la capa protectora y la pérdida de queratina, manteniendo y reponiendo la hidratación.
➰ Mecánicos
Este tipo de daños se dan cuando cepillas el pelo, lo peinas, lo estiras y no tienes los cuidados básicos que necesita en el día a día. Todo esto hace que vaya perdiendo vida y se vea sin brillo, poco hidratado y muy maltratado.
Algo que puedes hacer es no cepillarte el pelo cuando esté muy enredado, mejor utiliza un acondicionador que lo deje más suave y sea más fácil pasar el cepillo.